Adios mi amor

Tu mirada es la luz que ilumina mi alma,

tus labios la fuente de mi dulzura,

y tu sonrisa el rayo de sol que me guía,

hacia un universo de felicidad pura.

Pero aunque mi corazón late por ti,

mi camino me lleva hacia otra dirección,

y debo decir adiós, mi dulce amada,

aunque el dolor me agobie el corazón.

Eres una mujer espiritual y elevada,

con un espíritu libre y valiente,

y aunque nuestra despedida me entristece,

sé que tu camino será siempre brillante.

Que tu mirada siga iluminando a otros,

que tus labios sean siempre una fuente de amor,

y que tu sonrisa siga guiando a los demás,

por el sendero de la luz y el honor.

Adiós, mi amada, nunca te olvidaré,

siempre en mi corazón estarás presente,

y aunque nuestras vidas tomen caminos distintos,

tu espíritu siempre será mi guía y mi oriente.

Cesar Valdez